El sendero de tu destino

Según Edgar Cayce: los malos pensamientos, los actos destructivos, crean venenos en el mental, que se somatizan enseguida en el cuerpo físico, provocando enfermedades. Todo nuestro trabajo consistirá en eliminar los venenos en cada uno de nuestros tres cuerpo : Fisico, Mental y Espiritual. Las emociones provienen a la vez del cuerpo espiritual y del cuerpo físico. Es absolutamente necesario purificarlos para no secretar esos venenos que bloquean el organismo.
Hay un caso de un consultante que padecía problemas cardíacos. Fue a verlo a Edgar Cayce , el diagnostico era su rechazo en dar ternura y compasión, o sea, su dureza de corazón, y le dice “Pues la Ley del Señor es perfecta , y cambia al Hombre. Pero no cambia siempre a un hombre sin corazón, a una persona que lleva anclada en ella hábitos emocionales que ha dejado su propia marca en ciertas partes de su cuerpo, sobre éstos órganos que son trabajados por el alma y por el espíritu”. ¿ y de que partes del cuerpo se trata? Pregunta el consultante; Cayce responde “de energías nerviosas y sanguíneas. Dicho de otro modo, del corazón, que es el motor del cuerpo”.
La intoxicación permanente del cuerpo por los malos pensamientos se produce por la influencia del espíritu en la estructura atómica de las células del cuerpo.
Cada átomo es un universo, un elemento en sí mismo. O bien actúa en el sentido de la coordinación de energías, o bien crea energías de ruptura por las toxinas que produce. Estas deben ser eliminadas del organismo por los diferentes sistemas: respiratorio, circulatorio, digestivo, etc.
Esta eliminación, esta limpieza general, debe llevarse los tres cuerpos: físico, mental y espiritual, poniéndose de acuerdo con las leyes cósmicas indicadas por la entidad Cristo (en cada una de las religiones que El ha inspirado)
Si reconoces en ti mismo lo que es la Verdad, es decir, lo que ha sido revelado por la conciencia Crística, cambiarán tus actitudes mentales para contigo mismo, para con los demás, para con el mundo que te envuelve. Es entonces cuando verás los cambios que se producirán en tu cuerpo físico, en tu organismo, puesto que también en ti ÉL te dijo en tiempos antiguos “ve a lavarte y a volverte limpio de todo”.
Entonces debemos , para purificar nuestro cuerpo mental, eliminar los pensamientos derrotistas, los destructivos y mantener un pensamiento positivo. Lo mejor es visualizar la curación (ver notas de ejercicios con colores ).
Para la desintoxicación del cuerpo físico, se produce a través de los remedios y de la higiene de vida (creada por Cayce) que se detallará en una nota siguiente.
Es importante recordar que el cuerpo se renueva por si mismo progresiva y constantemente. No es que la enfermedad que existe en ti es definitiva, puede ser arrojada de tu organismo.
Cayce explica como permanecer joven: dice que la asimilación de los alimentos , en particular, crea desechos. Que si estos desechos no son eliminados, hay una sobrecarga de toxinas. Y que es esta sobrecarga, esta intoxicación permanente , lo que crea la vejez.
El cuerpo es una estructura compuesta de átomos, que son unidades de energía, los movimientos de estas energías atómicas reproducen en su esquema la estructura del Universo. Y como estas energías estructurales de cada átomo del cuerpo están programadas para estar relacionadas, y unidas, a las energías espirituales (del Universo) trabajan sin cesar en revivificar, en reconstruir el equilibrio energético. Y como el alma (que es de naturaleza espiritual) no puede morir, puesto que es divina, el cuerpo puede ser revivificado y rejuvenecido. Y Finalmente podrá trascender la Tierra y lo que pertenece a la materia terrestre , puesto que el cuerpo físico es capaz , en principio , desde su creación, de renovarse por si mismo. De este modo cada órgano, cada porción del organismo, secreta, según su vida física, mental y espiritual, todo lo que le es necesario para su crecimiento dentro de las condiciones optimas.
Entonces debemos mantener un equilibrio entre asimilación y eliminación así su vida podría prolongarse indefinidamente, tanto como él desease, puesto que el organismo esta construido por lo que él asimila , y es capaz de resucitarse tan largamente en cuanto no este obstaculizado por una insuficiencia de las eliminaciones.